La pared de fibra óptica es perfecta para utilizarla de pie frente a ella, o sobre sobre un sillón vibroacústico. Esto ofrece información a nivel somático sobretodo en las manos y miembros superiores, permitiéndole recibir estímulos propioceptivos y táctiles de forma continua, ayudando a reconocer nuestros miembros superiores.
Es una fuente de estimulación visual fundamental, no solo por su luminosidad y sus colores, sino también por el seguimiento visual que podemos realizar con el movimiento de barrido de las fibras, muy beneficioso para personas con grave discapacidad o afectación visual.
Gracias a su peso y su estructura, es también un recurso propioceptivo táctil que podemos utilizar dejándolo caer sobre los brazos y trabajando la consciencia del esquema corporal.
Además genera gran atención y motivación, ideal en actividades de psicomotricidad fina, manipulación, integración bilateral, etc.
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